Disponer de una zona de estudio en nuestra casa es esencial si tenemos niños en edad de estudiar o para nosotros mismos si nos encontramos en una época de estudios o de teletrabajo.

Para esa zona de estudio buscamos la perfección, un lugar que nos permita tener una buena luz para estudiar sin forzar la vista, lejos de cualquier distracción y con un ambiente que propicie el estudio.

Diseñar por tanto la zona de estudio puede hacerse cuesta arriba ya que encontrar esa perfección a veces es muy complicado, ya que en la mayoría de casos no contamos con las herramientas necesarias para saber qué claves debemos seguir para hacerlo.

Es por ello, que a continuación te facilitamos el trabajo y te contamos cuales son las claves para diseñar una buena zona de estudio.

Decidir el lugar

Lo primero que tienes que hacer es escoger bien el lugar donde vas a crear tu zona de estudio. Esto es muy importante, porque debes escoger una zona que te ayude a concentrarte, por lo que lo ideal es elegir una zona alejada de cualquier distracción y que sea única para el estudio.

Es por ello que no aconsejamos que la zona de estudio se encuentre en una zona que se comparta para otra cosa, como por ejemplo el salón, que es el lugar donde ver la televisión o donde estar con el resto de la familia.

Para decidir el lugar es aconsejable, por tanto, seguir estas directrices:

  • Evitar distracciones, por lo que no es recomendable colocar la zona de estudio justo en frente de una ventana, ya que evidentemente nos va a distraer.
  • Debe estar alejada del ruido en la medida de lo posible

Tener en cuenta la iluminación

Otra de las claves básicas para diseñar una buena zona de estudio es la iluminación.

Para que los ojos no sufran tras tantas horas de estudio lo ideal es que se mantenga una iluminación con luz natural, pero si esto no es posible se deberá colocar una fuente de luz artificial.

Esta luz artificial deberá ser cálida que simule la luz natural que se mantenga en el tiempo, es decir que no cambie, para que los ojos no se resientan.

Escoge los colores

El color es fundamental en la decoración de cualquier sala, pues éste tiene la capacidad de poder hacer que una sala sea relajante y todo lo contrario.

Para la zona de estudio es recomendable utilizar colores poco brillantes, como tonos azules o verdes pastel  ya que ayudan a la concentración. Los amarrillos y naranjas también son unos aliados para fomentar la motivación y productividad.

Es importante reseñar que el color del escritorio no puede ser muy llamativo. Lo ideal es que sea neutro.

Ten todo ordenado

El orden es un aliado de la concentración, por lo que si no quieres distraerte o que se distraigan tus hijos mientras estudian, es fundamental que todo que se encuentre en la zona de estudio se encuentre ordenado.

Además es aconsejable que en la zona de estudio no se mantengan ni juguetes, ni móviles, ni comida, ya que son los elementos que más distraen sin ninguna duda.

Elige adecuadamente el mobiliario

En toda zona de estudio se necesita un escritorio. Pues bien, en el mercado existen multitud de tipos de escritorios, desde más grandes con muchas zonas de almacenaje a más minimalistas.

Para escogerlo hay que tener presente, si la zona es para un niño, el nivel de estudios en el que se encuentra, para así determinar si necesita un escritorio más amplio con almacenaje o por el contrario más minimalista en el que solo se tenga que colocar un ordenador portátil.

Además, hay que tener en cuenta que si los niños son pequeños, estos crecen y con el paso del tiempo sus necesidades en este espacio cambian, por lo que lo ideal es adelantarnos y es escoger un escritorio que evolucione con ellos.

El escritorio no es el único elemento que debemos tener presente, sino que otro material imprescindible es la silla de trabajo. Esta silla debe ser lo suficientemente cómoda, confortable  y ergonómica para que la espalda no se resienta tras horas de estudio.

Asimismo, para los más peques de la casa es recomendable que la silla no sea extremadamente cómoda, pues podría entrarles sueño y con ello quitarles las ganas de estudiar.